Conversación nivel épico con mi madre.
Uno de ésos días que son curiosos, mi madre aguardaba en la cocina, cuando me llamó para decirme algo que parecía ser importante.
Yo acudí inmediatamente a su llamado-
Conversación nivel épico con mi madre.
Uno de ésos días que son curiosos, mi madre aguardaba en la cocina, cuando me llamó para decirme algo que parecía ser importante.
Yo acudí inmediatamente a su llamado-
PRIMERA PARTE
Domingo.
Hoy tuve mi cuarta sesión, cuarta semana de mi experiencia con la madre cacao, IxCacao.
De vuelta a las letras, quien acoge lo que soy, lo que siento y lo que quiero.
Veo perfección y también ausencia de color.
Esa perfección matemática compleja de forma oval que se suma al arte de su textura semirugosa, en la que si acaso apenas se logran percibir al tacto microcráteres imperceptibles y casi intangibles en su superficie, como si fuera una especie de luna vista desde algún ángulo de su superficie.
Andrómeda ha dejado el café, ha pasado un poco más de un tercio de siglo desde que nació. Y esa noche en particular, sintió una especie de Deja Vu, como si ese instante ya lo hubiese vivido antes, —¡Qué extraña sensación! -Pensó-, sin cuestionarse más de lo normal.
Se disponía a comenzar a escribir cuando le pasó por la mente la idea de prepararse una taza de café con leche, su favorito. Pero lo ha dejado, ¿Recuerdan?, así que no tuvo opción más que acompañar la noche con un poco de agua.