Besos, besos, besos…

Y su emotiva expresión

Listo el lienzo digital en blanco para comenzar a escribir después de algunas semanas.

En esta ocasión abordaré este tópico tan alucinante que hasta hace días atrás me hizo toc toc en la cabeza.

En verdad admito, ahora frente al monitor, pensé que sería mucho más fácil escribir sobre ello, ya que, como ciertas cosas en la vida no existen manuales a seguir; más aún, si se trata de hablar de besos.

Los besos, esos besos, que si bien pueden clasificarse en modo y tipo, es bien sabido que se trata más de una cuestión de feeling y conexión interpersonal, que elaborar un manual sobre como dar un buen beso.

Historicamente, podríamos hacer un pequeño flashback, retomando incluso el primer beso prácticamente registrado en papel, en uno de los libros más conocidos en el mundo y por la mayoría de nosotros, pasando además por capítulos de la prehistoria, el renacimiento hasta nuestros tiempos.

Sin embargo, no se trata de hacer un estudio antropológico al respecto, sino más bien abordar la perspectiva emotiva y sus connotaciones.

Aunque, he de decir como pre-cuela y conclusión adelantada al temas del tema, un beso en su máxima expresión resultará ser como una Obra de Arte, donde el beso juega un papel bastante subjetivo, pues la emoción entre los actores es determinante y 100% fundamental para que un beso resulte exitoso.

La carga emotiva de un beso

Es un hecho, sí, hay un factor entre la sustancia y la forma, y la forma definitivamente es la emoción; la emoción siempre dependerá de todos esos elementos intangibles e inexplicables que hacen que cada beso sea único, mágico y poderoso.

De ahí que si aplicáramos un poquito de matemáticas al asunto, podríamos encontrar que la fórmula del beso perfecto sería la forma + la sustancia en función de la emoción…

…en teoría.

Lo inexplicable que nos conecta

Aquello que no puede ser científicamente comprobable se vuelve inexplicable, desde la parte emotiva, que no está regulada en ninguna clase de estudio.

Algo así ocurre con determinadas personas con las que conectamos a un nivel superior a lo ordinario.

En ese caso el Beso representa una especie de interconexión con quienes nos une un vínculo especial y afectivo, o por lo menos al hablar de esos besos significativos a lo largo de la historia de cada persona que seguramente ha experimentado. adquiriendo el Beso una connotación mucho más profunda.

Besos que inspiran

A estas alturas de cada palabra estaríamos dando por sentado ese beso implícito entre dos amantes, y la verdad es que sí, porque así es que comienzan a escribirse muchas historias, de donde parten y nacen todos los demás vínculos afectivos derivados de un momento en que dos personas se encontraron en la misma historia.

Tendríamos en ese sentido por ejemplo, ese beso dulce de un padre hacia un hijo cuyas connotaciones adquieren valores como la ternura y el respeto; el beso profundo entre dos amantes, un manifiesto implícito de pertenencia; el beso fraternal entre dos amigos como símbolo de confianza y cariño; incluso el beso de lengüetazo de nuestras mascotas.

De tal forma que el Beso se resume y reduce en una manifestación de cercanía, correlación, interrelación y conexión como seres humanos. Es un lazo invisible que nos une a ciertas personas, si bien no con todas, pero de ahí lo inevitable de la praxis, de una u otra forma con aquellos con quien compartimos un lazo especial.

Besos a través de la historia

Y para concluir este inconcluso tema, me gustaría compartir una serie de besos iconicos que seguramente alguna vez han pasado ante nuestra mirada desde tiempos remotos.

Besos que valen oro.

Besos de película |Beso del fallecido y reconocido actor Tin Tan en su primer actuación en la película “Calabacitas Tiernas“.

Y si tienes mas de 30, seguramente recordarás esta escena de la película “Mi Chica”, conocida en español como “Mi primer Beso” protagonizada por Macaulay Culkin y Anna Chlumsky, 1991.