El día que te fuiste

Hoy te encontré en éstas ganas de escribir… recordé tu carita de los últimos días.

Siempre quise escribir acerca de ese momento una vez que pasó, pero no pude, siempre lo postergue, pero hoy me hace tanta falta recordar tus últimos momentos.

No importa la agenda de hoy, no importan los pendientes, todo eso puede esperar.

Recuerdo ese día lluvioso, más de lo habitual, realmente era un chubasco terrible.

Empezaba a amenazar lluvia, el cielo medio gris, cuando comenzamos a notar que algo no estaba bien contigo, no era normal que no quisieras moverte, ni ladrar, no era normal que estuvieras en tu camita a medio cuerpecito de fuera.

Para colmo de ese día el coche estaba descompuesto, pero algo había que hacer contigo. La visita al veterinario era inminente.

No pasaron tantos minutos cuando llegó la tormenta, y mi papá fue en busca de un taxi para poderte llevar a donde el médico.

Cuando mi papá llegó con el coche, tu estabas en la segunda planta, y yo no tenía idea ni como cargarte para no lastimarte, asi que te agarre con todo y tu camita y así nos fuimos. El chofer del taxi accedió a llevarnos tras haberle anticipado que se trataba de una emergencia.

Recién me subí al coche, me sentí como una madre llevando a su hijo a una emergencia, era la misma sensación por como te llevaba cargando, literalmente como un bebé.

Mientras mi papá le daba indicaciones al chofer, no sentí tu peso, y me asome para ver si aún esta ahí tu espíritu. Afortunadamente aún tenías fuerza, poca pero la tenías, busque tu mirada y aún estabas ahí.

Mientras tanto la lluvia arreciaba y se avecinaba cada vez más fatal.

Fue el trayecto más largo de mi vida. Así lo sentí. Por lo que llegar a la veterinaria despues de la odisea fue un gran alivio.

El panorama era incierto.

Era casi finales de Octubre, y el Doctor ya había puesto su altar de muertos, por lo que me llegó una sensación muy extraña, pues te tuvimos que dejar ahí en observación.

Nos fuimos con un diagnóstico reservado y con la esperanza de que no se tratara de algo grave.

Al día siguiente volvimos por la tarde, necesitaba verte y el Doctor quería hablar con nosotros personalmente acerca de los resultados que te hicieron.

El diagnóstico fue aún peor, no había por donde empezar, el cuadro era bastante complejo en cuanto a tu salud, y en ese caos, el Doctor nos pinto todas las posibilidades, entre ellas, la eutanasia.

A pesar de lo complejo yo me resistía verlo como posibilidad, por lo que le dije al Doctor que lo intentaramos por lo menos, antes de tomar esa desición.

Le pedi unos minutos para verte, sin saber que serían los últimos momentos que te vi con vida.

Mi papá optó por salirse del consultorio. Unos minutos después te vi y me tomé mi tiempo, el necesario para estar ahí contigo, no importaban el tiempo ni los minutos.

No se cuanto tiempo pasaría por lo que mi papá regresó para apurarme e irnos, pero te vió desde afuera, y no pudo evitar acercarse y romper en llanto. Fue un momento demasiado emotivo.

Y con esa sensacion nos fuimos, esperando que todo mejorara.

El día siguiente no tuvimos noticias, por lo que asumimos que estarías mejorando o que todo era parte de este proceso, sin embargo yo no podía dejar de sentirme inquieta con respecto a la situación.

Llegó el día siguiente, eran aproximadamente las 10 de la mañana, estaba a punto de textearle al Doctor para preguntarle por ti, y en eso llegó su mensaje.

Tuve ese gran mal presentimiento. Era su mensaje para notificarnos que ya habías fallecido.

Fue justamente un 2 de noviembre cuando partiste.

Ese día por la tarde, mi mamá y yo decidimos ir a despedirnos de ti, verte por ultima vez. LLegamos a la veterinaria con una foto en mano, la tuya, y aunque me paso por la mente como un pensamiento fugaz, quien imaginaria que estarías junto a esas fotografías formando parte del altar, en camino hacia el cielo de los perros.

A Matilda.

Post #62: Nuestra Guadalupana del Tepeyac.

Hoy es un día especial para Latinoamerica y en particular para los mexicanos.

Júbilo

Hoy, 12 de Diciembre, en México y en muchas partes donde habite un mexicano, es una fecha que ¡se celebra en grande! porque veneramos a nuestra Virgencita del Tepeyac, uno de los íconos más representativo y grandes de nuestra historia de fe y a nivel cultural.

El misterio que envuelve a la morenita es, y siempre será digno de estudio tanto por expertos de la religión como por científicos que no dejan de maravillarse con el gran enigma de Nuestra Virgen de Guadalupe.

Hablar de la “Morenita” es un tema que no deja de ser atrayente de propios, extraños y curiosos.

El manto de la Virgen plasta toda una simbología, cuyo significado se ha ido descubriendo y manifestando a través de los años con los estudios que se han ido integrando a la par de la nueva tecnología de los tiempos modernos, sometiéndose incluso a pruebas de laboratorio.

Han encontrado incluso en las estrellas de su manto una comprosición musical. Si no la has escuchado, aquí te la comparto:

Y así, un sinfin de más descubrimientos que han impactado a la comunidad científica.

Podemos decir que esta veneración a la virgen es un fenómeno que va evolucionando también al paso del tiempo, conviertiéndose en uno de los íconos más atemporales de la historia.

Cultura

La Virgen de Guadalupe es capaz de mover personas, masas, países y todo un continente.

Las manifestaciones de fe no se hacen esperar.

La virgen nos trae a casa esa esperanza y alegría que nutre nuestro espíritu.

Cientos y miles de feligreses salen al exterior a danzar, hoy se respira esa expresión de alegría por las calles y templos de cada ciudad donde es venerada.

Hoy México celebra a la Morenita, porque ella es sin duda, la inspiración que une a los pueblos de Latinoamérica.

Sin duda, la virgen nos mueve.

el nino del libro

Post 61: El niño del Libro

El libro: Una dedicatoria pendiente, una inspiradora anécdota.

Hace algunas semanas, casi saliendo del súper al que habitualmente vamos hacer las compras mi madre y yo, pasamos un momeno extraordinario, entendiéndose por extraordinario aquello como fuera de lo habitual.

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Cover encontrando a walter

Post 57: Encontrando a Walter. Parte II

Por fin ¡Walter apareció!

Sabía que no me equivocaba en la elección de esta película.

Después de los créditos sentí esta necesidad e impulso por escribir inmediatamente.

La película es una joya en todos sentidos, es como ver un pastel de 360° casi perfecto para degustar cada escenario, y encontrarle un nuevo sentido a la historia.

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walter, walter mitty, película

Post 56: Buscando a Walter

Una década después…

Hace casi 10 años, se estaba estrenando esta película conocida como La vida secreta de Walter Mitty y yo, estaba recién entrada en mis 30’s.

Recuerdo haberla visto una noche en el estudio que tenía en aquel entonces con mi novio, al lado de nuestros dos canes adorados, Cleotilde y Rambo, quienes acostumbraban acompañarnos recostándose en aquellos sillones de vinipiel color avellana.

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