murmullos de la gente pasando frente a mí; el desafinado tono del saxofón interpretado por el personaje de traje elegante.
El ruidoso, pero cantante sonido de las vías del tren que cuentan una historia cada vez que las oigo sonar; si es que va, si es que viene, cada sonar es distinto, porque a mi parecer, cada tren lleva cientos de historias diferentes en sus vagones llenos de personas con vidas extraordinarias. Mientras escucho mi tren llegar a la estación donde me cito a mí misma cada día, a la misma hora, siendo siempre puntual; comienzo a pensar las infinitas posibilidades de historias con las que me encontraré en el vagón.
Una tarde, si mal no recuerdo, fue quizá un sábado del mes de marzo.
Ahí estaba ella, la maravillosa autora de este breve pero intenso relato, que sin conocimientos previos sobre cómo utilizar las herramientas de edición de este sitio, vació todo su sentimiento; su feeling en estas líneas tan llenas de todo.
Lo único que hice fue dejarle este panel abierto, como si fuese un foro sin público, bajo unas breves instrucciones concisas sobre el manejo en general, y con la libertad de hacerlo o no, dependiendo de su inspiración.
Me fuí.
Al regresar… más tarde, esa noche, realmente me sorprendió:
Les dejo aquí este relato tan intenso como genuino.
Jugábamos, ¿recuerdas? Hace ya varias primaveras. El horizonte acariciaba los rayos del sol y las montañas mojaban las gotas de lluvia. Aquellos tiempos en que nada parecía extraño y nuestro único anhelo era vernos jugar.
La navidad es una fecha que se conoce en todo el mundo, pero no todos la celebran, y quienes sí la celebran, no lo hacen de la misma forma en todas partes, hay costumbres muy distintas en las diferentes partes del mundo.
Era una tarde como cualquier otra, en la pequeña aldea de Ztucras, ubicada en una espesa zona de bosque, se comenzaba a formar un banco de niebla. Esta reclamaba su territorio y con el paso de las horas se iba apoderando de cada pequeño rincón de aquella aldea, con una niebla densa, una especie de velo blanco del cual todos tarde o temprano eran capturados.
El cielo por otra parte no ayudaba del todo, la mayor parte del tiempo se encontraba en un tono gris, lleno de nubosidad, impidiendo que los rayos del sol pudieran llegar a Ztucras, solo en ocasiones muy raras la luz del sol hacia su presencia en Ztucras, dando un aspecto lúgubre al lugar la mayor parte del tiempo.
Regularmente a las seis de la tarde sus calles se encontraban solas, era poco común encontrar a algún habitante caminando en alguna calle. Las luces que se iban encendiendo en cada hogar, se tornaban difusas, como si tuvieran una lucha constante por no desvanecerse y dejar oscuro el lugar. Para esa hora la neblina cubría casi por completo toda la aldea. Haciendo que el simple caminar entre una casa y otra fuera una tarea difícil.
Louis
Uno de los refugios de aquellos pobladores más experimentados era una taberna llamada Lois, en la que sus habitantes se reunían a beber cerveza oscura y convivir un poco. La taberna se iluminaba con velas, estas se encontraban colocadas a lo largo del esta para dar un aspecto menos denso. Contaba con una gran barra en la cual los clientes que llegaban podían disfrutar de un trago para relajarse.
Abraham Dorvi se quedó dormido en su carro, cuando despertó no pudo reconocer en el lugar en el que se encontraba, a los pocos minutos el conductor de su carruaje le informo que había llegado a su destino y que estuviera listo para descender.
La niebla densa de aquel lugar solo le permitió distinguir un pequeño letrero, en él pudo leer el Lois taberna. Con más sed que hambre decidió entrar y abriendo la puerta de forma cuidadosa entro, camino hacia la barra y ocupo uno de los tantos bancos vacíos. Se dirigió al cantinero y le pidió una cerveza…
Colaboración especial para Letras Ambulantes | Autor: Kathya García (México)
INTRO
El lugar donde se desarrolla el siguiente argumento es un foro en el que se dan cita varias personalidades. ¿Personalidades? No, perdón. Este escenario ha reunido a las mentes más brillantes de todos los tiempos.
Ahora, ¿Te podrías imaginar una conversación o un debate en el que llegasen a intervenir cada una de éstas mentes brillantes como Einstein, Los Curie, Da Vinci, Copérnico, entre grandes pensadores como Aristóteles, y hasta uno de los científicos contemporáneos más brillantes como Stephen Hawking?.
Primer Colaboración especial para Letras Ambulantes | Autor: Paula Sánchez (Colombia)
Renuncié a mi trabajo y a todo tipo de estabilidad que esto puede generar, mi familia me miró con ojos de asombro y mis amigos dijeron —¿pero de qué vas a vivir ahora?- y mi respuesta fue —¡Pues me dedicaré a ser feliz¡-