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Post 30: Roma. Un viaje de postales en movimiento.

Recuerdos tridimensionales

El pasado mes de febrero como bien es sabido, fue la reciente entrega de Premios Óscar donde participó “Roma”, la cinta mexicana del talentoso y afamado Director y Productor Alfonso Cuáron con 10 nominaciones.

Pero, no fue sino desde el Pasado noviembre del 2018 que se estrenó oficialmente en cartelera dicha película.

Rewind ◀

Desde el momento en que Roma vio la luz al proyectarse en cada pantalla del cine nacional, no dejaron de llover críticas, comentarios y opiniones al respecto de ésta, la tan esperada, y la cual yo personalmente hoy catalogaría como una gran película.

No sin antes, reflexionar un poco acerca de su forma y su contexto.

Pausa II

A decir verdad, tantas opiniones y comentarios acerca de Roma fue lo que francamente me motivo por fin a verla.

Francamente, a veces no estoy muy al tanto de lo que sucede en el medio de la farándula o de lo que queda por lo menos de ella.

Hoy, estamos viviendo tiempos en que las estrellas ya no parecen tan inalcanzables como antes, tiempos en la que las estrellas exponen su lado más humano y en la que los medios digitales como las redes tienen la capacidad de hacer famoso a prácticamente cualquiera con alguna buena ocurrencia.

Pues bien, retomando mi motivación por ver esta grandiosa cinta, surge mi inquietud a partir del “Sin embargo”, como bien dice el dicho:

Cuando el río suena es que agua lleva.

Por lo que una buena noche decidí darle Play a la película.

Play ▶

Se abre el telón del escenario en pantalla, sin y con expectativas de ver y descubrir la trama de ésta historia cuyo eco era como resonante en aquellos días.

La primer escena me parece fantástica, sin cuestionar la duración me hizo recordar el patio de la casa de los abuelos paternos, ese patio largo sin techo, el sonido de la escoba, el agua, el reflejo de ese cielo fue tan hipnotizante.

patio de la casa de Cuaron, Roma

Minuto a minuto transcurre el tiempo, entre escenarios cotidianos que retratan a una familia dentro del contexto de una época, que nos permiten recordar incluso hechos que marcaron la Historia de nuestro país (México), como lo sucedido en Tlatelolco, las ideologías, e incluso el contraste social enmarcado en acontecimientos tan simples como complejos de aquel entonces.

Aunque si bien lo pensamos, esta serie de conflictos entre las ideologías y el contraste solo se han movido de contexto en el tiempo, la brecha entre los contrastes se ha hecho más grande y las ideologías siguen siendo ideologías sin fundamento enmarcadas en un solo y verdadero interés que es el poder.

Van alrededor de unos 90 minutos quizá, y aún me esfuerzo por encontrar la esencia de ésta historia tan pragmática y peculiar.

Con escasos dialógos, me cuesta un poco poder entender aún más.

Parece como si estuviese frente a un rompecabezas o un crucigrama nivel 10, o ¿acaso hay un mensaje entre líneas por descifrar?

Llega el desenlace… se termina la historia.

Mi review

Al terminar las 2 horas con 15 minutos que dura Roma, me quedé en una especie de stand by, en silencio… pensando, analizando, reflexionando sobre el mensaje, la esencia, la forma y el contenido.

Y es desde el silencio, es que emito mi ovación al director, y aplaudo su atrevimiento a exponer su obra, tan pura, tan honesta y tan real, llegando a esta conclusión:

Cuáron, nos hace partícipe de su vida a través de escenarios que no necesitas ni siquiera entender.

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La esencia es tan fina que radica su entendimiento entre esa linea sutil desde la intimidad de la propia percepción de su niñez con respecto a su propio entorno del pasado.

Conclusión: Un posible reencuentro

Roma, se convierte en una propuesta tan arriesgada como acertada de su propio protagonista, a partir de dos elementos:

Su esencia como niño, y creativo como adulto.

El desarrollo de la cinta, es sin más ni menos una especie de resolución personal, en la que se encuentran en un mismo plano (espacio) el Alfonso Cuarón niño con el Alfonso Cuarón adulto, desde diferentes perspectivas y tiempos.

Es como tener a tu disposición una ¡Máquina del tiempo! Eres un Genio Cuarón.

Alfonso Cuarón, Roma

El formato de ésta película es definitivamente llevado en primera persona, el director lleva al espectador de la mano por los propios pasajes de su historia.

Cada detalle que esta ahí presente, tiene una razón de ser y estar aunque no pareciese relevante… nada es porque sí, hasta la ausencia de cada palabra no dicha tiene su porque y razón.

En realidad no hay un guión, sólo recuerdos plasmados como si fuese un álbum tridimensional de recuerdos en movimiento, bajo una atmósfera nostálgica que oscilan entre tonalidades sepias y negros y cuya fotografía es excepcional.

Con esta cinta Alfonso Cuáron nos demuestra algo: Que hay cosas que no necesitan ser entendidas, lo único que necesitan es ser apreciadas. Y a eso se le llama arte.

Y también nos demuestra quizá, sin palabras, que cada persona es finalmente protagonista de su propia historia.

O acaso Roma ¿no te recuerda todos esos escenarios de tu propia vida?

 

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