La mayoría de las veces, nos alejamos no solo para extrañar o anhelar volver, sino para encontrarnos con nosotros mismos.
(…) Para quienes el mirar hacia atrás no debe ser una forma nostálgica de querer volver sino una mejor manera de conocer lo que está siendo, para construir mejor el futuro. Leonardo DaVinci,
El día que volví.
Es una noche especial, hoy regreso.
Hoy, estoy de vuelta en mi habitación, mi recámara desde la pubertad, la que originalmente me pertenece y que habité años atrás.
Hoy tengo esa sensación, como de volver al origen, al lugar que me pertenece, el lugar que fue destinado para mí.
Esto me hace sentir feliz, contenta… como si fuese un reencuentro con mi identidad, con esa parte que dejé atrás hace mucho tiempo.
Realmente siento y creo que en este momento debo de estar aquí. Me siento feliz de volver, y me siento feliz de escribir éstas líneas sobre papel y tinta como solía hacerlo hace tanto tanto tiempo.
Hoy siento que vuelvo a casa, en medio de las 5 paredes blancas que algún día pinte… hace un sin fin de años por última vez.
Me hace recordar aquel momento en que al final decidí que tenían que ser las paredes pintadas de blanco, después de haber pasado por una serie de etapas ruidosas y pintorescas.
Al final decidí que ya era suficiente, deseaba esa ausencia de color buscando una especie de paz y tranquilidad.
En aquel entonces me deshice de la recámara entera, quedando lo esencial, dejando únicamente lo básico. Un palo de lluvia, colgado de extremo a extremo se convirtió en mi cabecera durante algún buen tiempo.
Había estrellas en el techo… Ya no están, pero aún las recuerdo iluminar sutilmente cada noche estando yo debajo de su tenue fluorescencia.
(pensamiento en voz baja): ¡Qué delicia escribir sobre el papel!
Fotografía de Portada
Samuel Zeller