El tiempo apremia
Tic, tac, tic, tac.
Si, ese tic tac del reloj marcando hacia adelante cada milésima de microsegundo como una especie de soneto, alineado y al compás del tiempo, todo parece transcurrir más rápido de lo normal. Cada que volteo a ver el reloj de pared me percato que cada hora transcurre como si fuesen segundos. ¡Por fin!: Llegó a la hora exacta!.