¿Por qué la H es muda?
La incógnita
¿Es acaso que en realidad encierra un misterio su mudez? Investigando un poco acerca de la octava letra del alfabeto, y quizá remontándome a sus orígenes es que espero poder descifrarlo. Así que comencemos por el principio.
El origen de la palabra H
Érase una vez, de acuerdo a sus orígenes, que la historia hace alusión a sus primeros tiempos, a su nacimiento como letra cuando la parió el alfabeto, encontré que se deriva del hebreo heth, término que en lenguas semitas significa “cerrado”, que ya de inicio… me parece que empieza a adquirir cierto sentido lo que representa esta misteriosa letra.
La letra H no representa una consonante, sino sólo una aspiración.
No hay sonido, no hay eco, sin embargo está presente. La H solitaria solo tiene un acompañante, que es el único capaz de hacer que genere un sonido, sola no suena pero cuando se hace acompañar de la tercer letra del alfabeto ¡Vaya que se hace notar! ¡Chihuahua! pero eso sí, solo habla si le antecede la media redondez de la C, cuando se atreve a emitir ese sonido tan fuerte y Chillante, parece un Chiste, pero ¡así es!.
Entonces, asumo que la H no es muda del todo, sino más bien tímida y un tanto retraída… y quizá, podría asegurar que hasta selectiva. ¡Chale! No es una letra sencilla de descifrar, pero puedo llegar a una conclusión.
Una explicación alterna
Al consultarlo con la imaginación me arroja otra historia… me hace pensar que hubo un tiempo de gloria para la Hache, quizá sonó, quizá rió, quizá gritó y quizá es que hasta habló demasiado. Pero un buen o mal día, hizo un voto de silencio y decidió callar, como manteniéndose a un lado, en un estado de “mute” permanente y meditativo pero presente, más nunca jamás ausente.
Es imposible no saber que está ahí cuando reaparece como un Chiflido con su fiel acompañante de siglos de por vida. ¡Oh!, y también cuando se traslada a una lengua extranjera, se camuflajea alterando su fonética cual camaleón “you know”, y con un saludo amable se presenta con un “Hello”, más un dejo de jota suave.
Su valor, su peso y su significante podrían reducirse a una característica única: Sabiduría. El saber cuando hacer valer su presencia, y el saber también cuando es el momento de callar.
Si y solo si reaparece, es porque tiene algo importante que enunciar; y si no se escucha, no significa que no esté, simplemente permanece en estado de espera, expectante, como observante de un posible escenario ruidoso.
*Algunos otros dicen por ahí, que la H no es más que el primer peldaño de una gran escalera.