Por fin ¡Walter apareció!
Sabía que no me equivocaba en la elección de esta película.
Después de los créditos sentí esta necesidad e impulso por escribir inmediatamente.
La película es una joya en todos sentidos, es como ver un pastel de 360° casi perfecto para degustar cada escenario, y encontrarle un nuevo sentido a la historia.
No pretendo hacer una reseña de esta magnífica película, pues para eso están los críticos.
Lo que si quiero, es compartir mi perspectiva actual sobre “La vida secreta de Walter Mitty” a casi 10 años de haberla visto por primera vez.
Esta pelicula engloba elementos que cobran relevancia en el 2022 en un contexto que refleja perfectamente esta transición generacional sobre la transformación tecnológica y social en la que vivimos actualmente, que se transmutan en fenómenos como las redes sociales, las citas por internet, los nuevos trabajos de home office, etc.
Vale la pena echarle ese vistazo de 360 grados a la película en todos los aspectos, desde la óptica social, tecnológica e incluso económica y de valores.
Independientemente que la película aborda dos áreas que me fascinan: el mundo editorial y la fotografía, son en estos dos elementos donde se centra la columna vertebral de la trama durante el desarrollo de la historia, y nada deja de ser menos importante de principio a fin.
La secuencia de los hechos van guiando al espectador por esos detalles recónditos que se asoman y envuelven al personaje principal Walter Mitty.
¿Pero, quien es Walter Mitty?
Creo que Walter Mitty de alguna forma representa ese miedo interno personal con el cual puedes vivir “cómodamente” el resto de tus días, o desafiar y cambiar el rumbo de tu propia historia.
Es por demás decir, que resulta sumamente interesante el marco de la historia, que se centra en este Mounstro editorial como lo fue la Revista Life en su momento, y que muestra claramente la transición de una era, a través del declive y la notable crisis de un mercado poco rentable como son los medios impresos, aunque a la fecha sigue subsisitiendo este medio, rehusándose a desaparecer, simplemente porque es importante que exista.
La trama deja ver destellos de este nuevo mundo prometedor online.
Para este cierre de ciclo de la Revista Life, los nuevos directivos, quienes son un par de jóvenes y burlescos CEO’S de poca monta y que poco entienden sobre el mundo editorial, han delegado una importantísima tarea a Walter:
Proporcionar a los editores gráficos un negativo en particular, el negativo #25, para cerrar la portada del último numero especial.
Sin embargo, sucede que, al no aparecer el negativo, es ahí, donde comienza la verdadera hazaña de Walter, quien se ve realmente forzado a emprender un viaje inesperado para ir en búsqueda de esta última fotografía.
A medida que avanza cada minuto de la historia, la película se va transformando en una increíble aventura para Walter, quien por primera vez, ya no sólo esta recreando escenarios desde la ficción de su mente, sino desde una realidad.
Tras el negativo #25
Walter, va siguiendo orgánicamente (literal) la pista del fotógrafo, quien se niega a dar el salto a utilizar cualquier arteacto tecnológico, lo que dificulta bastante su rastreabilidad.
Sin embargo, Walter va siguiendo éstas pistas orgánicas que nos recuerdan un poco las migajas del cuento Hansel y Gretel, hasta que finalmente, despues de 1 hora cuarenta y tantos minutos de película y varios países recorridos, Walter llega por fin a su destino y encuentro para indagar sobre el negativo #25 con el importante fotógrafo.
Lo interesante de esta película, además de el guión, el contexto, la historia, la música y la increíble fotografíaes la metáfora que nos deja al final y que nos va desmenuzando a lo largo de detalles genuinos, que si bien sabes apreciar te dejarán una enorme riqueza personal.
Apreciación en los detalles
En mi percepción, la película nos regala la esencia de ese viaje necesario a emprender para poder crecer, ese viaje transformador en el que hay un antes y después de ti mismo.
Ese viaje personal de autoconocimiento, que no solo se trata de ir directamente del punto A al punto B de manera lineal, pues resultaría demasiado demasiado fácil.
A veces, necesitamos tomar la ruta larga y hacer varias paradas para contemplar, aprender y transformarnos durante el viaje. y al final conocer más de nosotros mismos, incluso más de lo que creemos.
Quizá, aquellas respuestas que buscamos, sin duda todo el tiempo están frente a nosotros, pero no las vemos… simplemente porque en ocasiones, es necesario alejarse para obtener una mejor perspectiva y aprendizaje, que de eso se trata la vida.
Mi recomendación es, tienes que ver la película, porque el final te puede definitivamente llegar a sorprender.
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Quiza te pueda interesar, la primera parte de la historia. Te invito a leer Buscando a Walter (Parte I) Dale Click aquí!