Escenas que perduran en el recuerdo.
Al rescate de la memoria gráfica.
Se dice que una imagen vale más que mil palabras, y ¡es verdad!, pero… sólo a veces. Es casi un hecho que por tradición o quizá por alguna clase de enigma que nos caracteriza a la mayoría de los terrícolas es, que aquellas memorias que conservamos resultan estar retratadas en la colección de los álbumes familiares y que casi siempre, si no me equivoco se encuentran perfectamente acomodados en algún rincón del librero a los que en momentos de nostalgia o anhelo recurrimos a ellos.